viernes, 14 de mayo de 2010

La búsqueda del Amor en el amor que sentimos.


Inevitablemente por mas maduro que este nuestro duelo no podemos evitar sentir un vacío físico de nuestros hijos cuando les ha tocado ponerse alas y pasar el velo de lo limitado. Ante esta necesidad urgente que nos reclama cada día nuestro corazón y nuestro cuerpo, podemos optar por permitirnos torturarnos por lo que no fue y victimizarnos dejando de vivir un poco mas cada día, siendo así egoístas con esta maternidad que nos tocó, o plenificar nuestro amor, multiplicarlo, hacerlo vida y obras, actos de amor por el amor que nos dan día a día nuestros hijos alados.
Yo he comprendido que mas allá de lo que piensen los demás viviré con todos los recuerdos de mi bebe en mi vientre, pero eso no quita de que siga avanzando, ya no lloro desconsoladamente a cada momento, no me replanteo mi fe, ni me pregunto reiteradas veces al día ¿por que a mi?.
Generalmente se cree que si lo superaste ya no necesitas hablar de ellos, guardas todas sus cosas en una caja que archivas en algún lugar donde pueden pasar años antes que lo vuelvas a ver, ese es un terrible error.
Muchos se deshicieron de todos los recuerdos físicos que les quedaron de sus hijos, llevan una vida aparentemente común, jamás hablaron ni siquiera con su familia de lo sucedido como tampoco con sus mejores amigos, nadie vio correr una lagrima por sus mejillas, por lo que se da por sentado que todo esta superado... muchas veces nos ponen un caso similar como ejemplo a seguir..
Cada ser humano es un universo único diferente e irrepetible, debemos respetar a cada uno por lo que es y porque solo el sabe cuanto devastó la tempestad en su alma.
Tenemos que aprender a respetar el derecho de la intensidad con que cada uno vive sus experiencias y tendríamos que guardar silencio antes de hacer alguna conjetura.
Muchos me vieron reír a carcajadas, muchos me vieron hablar esperanzadamente, muchos jamás escucharon de mi boca hasta el día de hoy del dolor terrible que me invadió perder a mi bebe. Jamás nadie pudo imaginarse que no hay un solo día en mi vida después de aquel 20 de junio, cuando me enteré que su corazoncito ya no latía, que pase sin que lloré desgarradamente por aquel desenlace.
No es hipocresía el mostrarme bien, es como me sale lo demás es simplemente Amor del bueno, del que a pesar de saber de su existencia espiritual mi limitación física de esta vida me sigue doliendo..
Me consuela saber que María, sabiendo la Divinidad de su Hijo lloró también a los pies de la Cruz. Me fortalece saber que Jesús mismo, Dios mismo, ante la muerte de su amigo lloró, él que sabia mas que nadie de la vida a la que íbamos a nacer lloró... Me da entonces consuelo y paz de saber que si lloro la perdida de mi hijo no soy débil, soy un ser que ama hasta el extremo.
Somos madres diferentes donde no nos detiene la ausencia de sus cuerpos, no nos detienen el vacío de jamás haberlos tenido, no nos detiene ni siquiera el que muchas no hayamos podido saber su sexo. A este amor no lo detiene nada, simplemente fluye, corre por nuestras venas, y se nos escapa por los poros, por el brillo de nuestros ojos y busca ser dador de amor.
Que expresemos este amor y le demos un lugar físico en nuestras vidas, ya sea con una foto, con sus cositas, con una eco, o con lo que nos lo haga visible es simplemente un modo de amarlos con algo físico, es nuestra necesidad ante la falta de ellos, es parte de nuestro orgullo de madres. Nosotras elegimos amarlos a través del amor que demos y tenerlos presentes es algo que nos hace bien, ¿quien que ama a su hijo quiere ocultarlo? Nadie!
Nosotras madres de ángeles vivamos ese amor como mejor podamos, hagamos por ellos cuanto mas podamos en obras y gestos de amor por los otros, y sin dudarlo dejemos que nuestros sentimientos fluyan como nos salga a nosotras. Lloremos a solas si lo necesitamos, lloremos en companía si podemos y nos hace bien, hablemos de ellos todo lo que queramos o guardemos silencio si eso nos parece mejor. Pero no neguemos esta maternidad nunca, porque si nos fue dada es para vivirla a pleno, entreguémonos a ella sin miedos, seguramente recibiremos muchos mimos de nuestros hijos a través de ellas!

2 comentarios:

  1. HOla,

    Tu blog me ha cautivado. No soy de las mamás que tienen un angelito,pero sí tengo familiares que han pasado por tu situación.

    Me gustó el mensaje que tienes de cabecera, llega al corazón.

    Te felicito por tu espacio y espero que sirva de ayuda para aquellas mujeres que tienen ese angelito.

    cariños

    maysu

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  2. Hola, yo también soy mami de un angelito y me parecio precioso tu blog, yo también me hice uno luego de perder mi primer embarazo, a las 14 semanas...asi que entiendo mucho tus palabras, tus sentimientos.

    Me emocionó mucho tu mensaje de bienvenida, una maternidad distinta...

    Te estaré leyendo, sin conocernos nos unen muchos sentimientos, ambas somos mamás de un ángel, nuestros bebitos inolvidables.

    Un abrazo fuerte! Ceci.-

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