miércoles, 8 de junio de 2011

A todas las mamitas angelicales...


Hoy tengo la necesidad de agradecer a cada una de esas hermanas del dolor, amigas y compañeras que estuvieron a mi lado desde el primer momento en que necesité respuestas para tantas sensaciones nuevas y dolorosas que estaba viviendo, o simplemente saber que no estaba sola con todo ese huracán dentro mío.
A cada una de ellas les agradeceré hasta el último segundo de mi vida por todo su amor y cariño.
Mujeres que aprendieron del golpe más duro a doblar la apuesta y seguir adelante para no dejar que el paso de sus hijos por sus vidas fuera una anécdota para olvidar, sino todo lo contrario, la prueba más bella y pura del amor desinteresado.
No podría nombrar una por una porque esta cadena de amor es infinita, día a día se suman más mamitas angelicales a mi vida. Es increíble la naturaleza de la mujer que en lugar de aislarse en estos momentos, se reúne y se consuela buscando juntas superar todo sufrimiento y hacer de esto una verdadera cadena de Amor y amistad donde le esperanza no deja de alimentarse y el consuelo de darse. Gracias por esos oídos, por esas palabras tan dulces, por los silencios inestimables y el respeto ante todo de mi fe.
Gracias, son un tesoro inmenso para mí, muchas veces quisiera poder tener charlas más extensas y más frecuentes con cada una, pero ustedes saben bien que se hace imposible, somos muchas y seguimos sumándonos, pero las tengo presente a cada una cada día, las recuerdo y las tengo en mis oraciones.
Si algo aprendí con ustedes es que esa frase que leí un día en un libro de Bucay era más que real y comprobable, muchas lo compartimos en distintas oportunidades… “Son estos momentos en que los amigos se convierten en extraños y los extraños en amigos”… porque cuando hubo algunos que se esfumaron la vida nos dio el doble con esta amistad que no sabe de distancias. Gracias mamitas angelicales por estos cuatro años (y digo cuatro para abarcar a todas, aun las que hace solo unos días que caminan junto a mi).
Gracias por su amistad y por esos sobrinos angelicales que me regalaron y por los que me siento tan orgullosa, esas sabias y diminutas personitas que llegaron a nuestro mundo para transformarlo todo y no dejar que nuestras vidas sigan tan bacías y faltas de ese amor deseoso de darse!
Gracias por esos Principitos que nos enseñaros que lo esencial es invisible a los ojos.
Las amo♥